Dalila ¿Qué mayor peligro para un hombre que una mujer le sonsaque con artimañas el secreto de su fuerza y le traicione? El corte de pelo de Sansón es una clara metáfora de la castración.
Helena de Troya, cuya belleza sedujo a Paris desencadenando una guerra.
Cleopatra, la última de la dinastía ptolemaica, famosa por su belleza, su voz, sus modales, su educación y sus dotes de seducción. No dudó en conquistar a César, ni a Marco Antonio ni en hacer asesinar a sus hermano-esposo Ptolomeo XIII o a su hermana Arsinoe IV. Causante oficial del declive de Marco Antonio, toda una peligrosa mujer de carácter.
Edipo y la Esfinge. Demonio de de destrucción y mala suerte con rostro de mujer, cuerpo de león y alas de ave. Portadora de un enigma mortal, varios murieron por no acertarlo. Edipo cree vencer a la Esfinge y encontrar su fortuna, aunque sólo va hacia su destino de marido de su madre y asesino de su padre.
Safo de Lesbos, tal vez esta no sea de las peores para Moreau, puesto que la retrata como poetisa en su isla. Safo creó la Casa de las servidoras de las Musas donde sus discípulas aprendían a recitar poesía, a cantarla, a confeccionar coronas y colgantes de flores,...Safo tenía hilo directo con Afrodita y a partir de sus poemas se suele deducir que se enamoraba de sus discípulas y mantenía relaciones con muchas de ellas. ¿Hay mayor riesgo para los hombres que un mundo femenino en el que estén excluídos hasta para amar?
Pero la mujer pérfida preferida por Gustave Moreau fue sin duda Salomé, a la que pintó en varias ocasiones. Esta entrada se inicia con un cuadro de Moreau en el que Salomé está ejecutando el baile de los siete velos.
Movida por su propia lujuria rechazada o manejada por los oscuros deseos de venganza de su madre, Salomé se presta a un elaborado juego de seducción de su padrastro para obtener el trofeo de la cabeza del hombre santo, Juan el Bautista.
Moreau destruyó antes de morir toda su correspondencia con Alexandrine Dureux, por lo que no sabemos si ésta fue su paz o su tormento. Sólo sabemos que cuando ella murió, él le dedicó este cuadro
Se trata de Orfeo llorando sobre la tumba de Eurídice. Tal vez fuera a buscarla a algún infierno, pero ella nunca regresó.
Me encanta tu blog. Gracias
ResponderEliminarGracias a ti, Marcela por tomarte el interés de leerlo. Perdona la tardanza en contestar pero Blogger no me dejaba. Saludos y espero encontrarte más por aquí.
ResponderEliminarHola. estuve en el Museo de Moreau en París y me encantó. Aconsejable su visita. Más tranquilo que el Louvre.
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