En un mismo lugar ¿vemos todos lo mismo? Una misma realidad ¿la percibimos igual? Cuando era pequeña me preguntaba si todos veíamos los colores igual. Hay algo a lo que llamamos amarillo ¿pero es lo mismo en el cerebro de todos nosotros? Hay muchas preguntas que quedan sin respuesta.
Vayamos a un ejemplo concreto la ciudad de Venecia. Compuesta por 118 islas unidas por 354 puentes y dividida por 177 ríos y canales siempre me pareció una ciudad imposible, irracional y maravillosa. Pero mi opinión particular no creo que sea muy interesante. Muchos han pintado Venecia pero veamos cómo la vieron Canaletto y Turner.
Canaletto (1697-1768) es un pintor veneciano cuyo verdadero nombre era Giovanni Antonio Canal. Lo conocemos sobre todo por sus paisajes urbanos, vedute, de Venecia pero también pintó otros lugares de Italia e Inglaterra, sobre todo Londres. ¿Qué ve Canaletto en Venecia?
Canaletto ve una preciosa ciudad, la suya, que ama profundamente. Y resalta en sus cuadros sobre todo la arquitectura de Venecia, edificios maravillosos no le faltan y, si no, se los inventa o los cambia de lugar. Su Venecia es una ciudad real, en la que hay vida y movimiento, en la que sus habitantes están en sus plazas, "campos" , muelles y góndolas.
Muy diferente es la Venecia de Turner
Joseph Mallord William Turner ( 1775- 1851) pintor romántico inglés es un gran maestro tanto en la pintura al óleo como en la acuarela. Gran paisajista obsesionado por la luz, inspirado por los clásicos, pleno integrante del romanticismo, en su pintura se ven elementos que anuncian el impresionismo. Turner, como muchos de los pintores del Norte de la época, realizó varios viajes a Italia, pero, al contrario de muchos de sus coetáneos, lo que le cautivó no fue la arquitectura antigua, ni la luz del sur, sino la a veces brumosa cuidad de los canales. Fue allí donde más tiempo pasó y más obras realizó. Veamos unas pocas.
¿Otra Venecia? Creo que sí. La Venecia de Turner es sobre todo Laguna, canales, cielo, luz. La arquitectura, las embarcaciones son ligeras presencias que acompañan o enmarcan pero que no definen. Sus habitantes tenues sombras, a penas definidas. Una ciudad menos clara, más húmeda, más brumosa, más acuática que emerge como por encanto, que está flotando, suspendida. Una Venecia vista en otro tiempo, por un extranjero, por alguien con una sensibilidad distinta y que explora otros caminos de la pintura.
Y me seguiré siempre preguntando ¿mi amarillo es tu amarillo?
Definitivamente Alicia tu Amarillo no es mi amarillo, yo por casualidad, la genetica u otras razones soy un poco daltonico, y debido a esto he estudiado algo sobre el tema y parece ser que cada cerebro no entiende de colores ni de las frecuencias con las que vibra cada color, eso si con la experiencia de recibir constantemente impulsos de una determinada frecuencia, nuestros cerebros componen un patron de entendimiento de colores, formas, etc todo unido y que en gran medida se forma gracias a los sensores (Ojos) que permiten captar esta información y la experiencia que tengas en describir o que te describan las diferentes frecuencias. No todos los ojos (Sensores) son iguales y no todas las experiencias son iguales. De ahi que tu amarillo no sea mi amarillo y posiblemente distinto al de muchos otros...... Bueno es tan solo una opinión, la verdad se verá.....
ResponderEliminarGracias DesdeMiOasis siempre lo había sospechado
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