viernes, 8 de abril de 2011

Heroínas II: Magas, Mártires, Místicas y Lectoras




Leyendo, Gerhard Richter, 1994


En la parte de la exposición Heroínas  que se muestra en La Casa de las Alhajas de la Fundación Caja Madrid, se pretende mostrar el poder espiritual de las mujeres, a través de una serie de temáticas.


En Magas, nombre políticamente correcto de lo que en otro tiempo fueron brujas, se muestran algunas mujeres con poderes para controlar las leyes de la naturaleza o adivinar el futuro.


La bola de cristal, John William Waterhouse

Sacerdotisas, Emil Nolde, 1912

Circe ofreciendo la copa a Ulises, John William Waterhouse
Siempre he tenido predilección por Circe y su manía de convertir en cerdos a tripulaciones enteras. 

Lo de las Mártires lo entendí un poco peor. Vale, el martirio es   heroico, pero no le encuentro la gracia, salvo porque es una experiencia irrepetible. Sirva como excusa para ver algunos buenos cuadros.


Santa Eulalia, John William Waterhouse
Este cuadro visto al natural presenta un precioso y espectacular escorzo. Hubo dos Santas de nombre Eulalia, ambas vivieron en época de Diocleciano, ambas fueron vírgenes y mártires, una vivió en Barcelona, otra en Mérida. La nieve no parece, pues, muy probable, pero ese blanco es pictóricamente muy efectivo.


Santa Catalina de Alejandría, Caravaggio

También es muy bello este cuadro de Caravaggio. Santa Catalina parece tranquila pese a estar rodeada de los instrumentos con los que será torturada y de la palma, siempre de mal agüero para los mártires. Según la tradición cristiana Catalina fue una mujer sabia, filósofa y poetisa, que fue condenada al martirio por utilizar sus dotes intelectuales para convertir al cristianismo a otros sabios de la época. Algunos historiadores la consideran una creación literaria para servir de contrapunto cristiano a la gran filosofía pagana Hipatia de Alejandría, cuya existencia real está más documentada.


La Mística no es lo mío, me temo que soy un poco demasiado terrenal para levitar o ponerme en contacto directo con la divinidad. Pero dos obras de entre las Místicas llamaron mi atención.



Ferdinand Hodler, Canción desde la lejanía

Confieso mi debilidad por los Simbolistas y por los títulos de sus obras, y este cuadro me cautivó por su colorido, su ligereza y su misterioso.



Marina Abramovic, La Cocina, Homenaje a Santa Teresa


Esta representación de la frase de Santa Teresa "Dios está entre los pucheros" me pareció simplemente magistral, aunque también trajo a mi memoria alguna escena de El sexto sentido.

La sección de Lectoras la entendí perfectamente. No diría yo que leer sea heróico, pero sí algo muy femenino si tenemos en cuenta las encuestas, lo que se ve en los transportes públicos o lo que nos muestra la propia Historia del Arte donde las representaciones de mujeres leyendo son mucho más abundantes que las de hombres. Un libro es un objeto realmente poderoso que te permite transportarte en el tiempo y en el espacio, conocer otras experiencias, otras sensibilidades, otros seres humanos.

Hay lectoras y lecturas modosas, relajadas o casi viciosas.

Muchacha leyendo,Gustav Adolph Henning, 1828








Édouard Vuillard, Madame Hessel con vesido rojo leyendo, 1905



Antoine Wiertz,  La lectora de novelas, 1853

Este último cuadro es realmente sorprendente. En lo más oculto de su alcoba, esta mujer desnuda se deja llevar por el peor de los vicios: la lectura de novelas. El autor parece dar a entender que sólo podríamos encontrar mayor depravación en una mujer si se deja llevar por el pecado de la carne. Un diablo o fauno pone la tentación al alcance de la poco virtuosa dama. Al natural se puede leer el apellido de uno de los autores de los libros: Dumas. Un espejo le da aún más voluptuosidad a la escena. Supongo que la intención de Wiertz era lanzar una diatriba contra la novela pero a mí me produce muchas ganas de abandonarme al sano placer de la lectura. Soy muy debil frente a las tentaciones.

La exposición en la Fundación Caja Madrid se acaba en la sección Pintoras, que ya fue descrita en otra entrada anterior de este blog
Heroínas, pintoras







martes, 5 de abril de 2011

Rodin, dibujos y acuarelas






¿Para qué dibuja un escultor? ¿Qué quiere expresar? En el caso de Auguste Rodin no se trata de trabajos preparatorios para sus esculturas, sino de obras en sí mismas. La mayoría de sus dibujos y acuarelas corresponden a las últimas décadas de su vida y tiene un tema común: el cuerpo de la mujer.


Auguste Rodin (1840-1917) es uno de los principales escultores del siglo XIX, aunque sus principios no fueron muy esperanzadores. Fue un mal estudiante, debido en parte a su fuerte miopía. Pasó por una escuela de artes y oficios, más tarde  intentó entrar en la de Bellas Artes. No lo consiguió pues, pese a aprobar siempre en dibujo, fue suspendido tres veces en el examen de ingreso de ¡escultura!

Su vida es muy curiosa. Tras la muerte de su hermana cuando él tenía 22 años, pasó un año en el Seminario. En 1864 conoció a Rose Beuret, entonces una joven costurera, con la que tuvo un hijo que nunca reconoció, que fue su amante discontínua toda la vida y con la que se casó in articulo mortis en 1917, tras 53 años de relación.


Rodin trabajó algunos años como ayudante de otros escultores y no realizó su primera gran obra individual hasta 1877 ( La edad de  bronce). Diez años después, Rodin es un artista consagrado y una celebridad en su país. Entretanto, Rodín con 43 años conoce a Camille Claudel una joven escultora de 19 años que se convierte en su mejor alumna, gran colaboradora, musa y amante. La historia de Rodin y Camille duró más de diez años, fue apasionada, tumultuosa y muy destructiva, sobre todo para ella.


Los dibujos de madurez de Rodin captan instantes, pero no son estáticos, están llenos de vida. En ellos hay una relación directa modelo-artista, pero se prescinde completamente del entorno. Rodin dibuja como un escultor, captando volúmenes y espacios, pero no dibuja para esculpir. Con sólo el lápiz y la acuarela, Rodin produce imágenes de gran expresivividad, habilidad en el trazo, y fuerte erotismo.
Esta parte de la producción de Rodin no vio la luz hasta después de su muerte y, aún hoy, es bastante desconocida para el gran público. Esta explosión de sexualidad no es tan sorprendente, pues es patente en muchas de sus esculturas y también, como sugiere Philippe Sollers, en las que menos lo aparentan: "¿En qué piensa El Pensador? En esto. ¿Qué contempla Balzac encerrado en si mismo y echado hacia atrás? Esto. ¿A qué da acceso la Puerta del Infierno? A esto. ¿Con qué sueña Victor Hugo sin poderlo decir? Con esto."


Lo dice Philippe Sollers, no lo digo yo, que creo que los hombres, a veces, piensan en algo más.


domingo, 3 de abril de 2011

Heroínas, pintoras




   
Fida Kahlo, Autorretrato con collar de espinas y colibrí, 1940


¿Qué tiene de heroico pintar? ¿Es acaso una proeza? El Museo Thyssen-Bornemisza y Fundación Caja Madrid muestran conjuntamente Heroínas, una exposición en la que se pretende mostrar "las figuras de mujeres fuertes: activas, independientes, desafiantes, inspiradas, creadoras, dominadoras, triunfantes" frente a la imagen común de la mujer en el arte occidental que las presenta como "seductoras, complacientes, sumisas, vencidas, esclavizadas". 

La exposición está dividida en 10 secciones o capítulos. El último es Pintoras y como nos gusta la anarquía, empezaremos por el final. Este capítulo explora los autorretratos realizados por mujeres; en ellos las mujeres ejercen su rol tradicional, modelo, y además son creadoras.  


En este obra de 1556 Sofonisba Anguissola se reivindica como pintora, algo que va a ser común en casi todos los casos. Sofonisba (1532-1625) fue una pintora italiana de éxito en el Renacimiento y una de las primeras en poder vivir de su arte. Pasó parte de su vida en Madrid ya que fue dama de compañía de Isabel de Valois, tercera esposa de Felipe II. Trabajó en el taller de Alonso Sánchez Coello.

Autorretrato de Bárbara Longhi como Santa Catalina de Alejandría
Se sabe muy poco de Bárbara Longhi (1552-1638) tan sólo que vivió y murió en Rávena y que empezó a pintar en el taller de su padre.

Artemisia Gentileschi, 1637

Artemisia Lomi Gentileschi (1593-1654) también fue hija de pintor, del que aprendió el dibujo, pero su estilo, teatral y de fuentes contrastes lumínicos, lo tomó del gran Caravaggio. Como muestra esta Judith decapitando a Holofernes realmente impactante para el espectador.



Marie-Louise-Élisabeth Vigée-Lebrun, 1790

Nada que ver con el estilo dulce y tranquilo de  Marie-Louise-Élisabeth Vigée-Lebrun (1755-1842) la gran pintora del XVIII francés. Hija de pintor y casada con un comerciante de arte, gozó del favor de la reina María Antonieta, tuvo que exiliarse tras la Revolución Francesa y regresó a su país en tiempos del Imperio. Su obra está compuesta por bellos y delicados retratos de damas.

Angelica Kauffmann, El dibujo 1778-1780

Angelica Kauffmann (1741-1807) fue una mujer excepcional. Hija de un mal pintor con pocos recursos, destacó artísticamente desde niña, además tenía un gran talento musical y hablaba con fluidez alemán, francés e inglés. Educada en Austria desarrolló su carrera en Italia e Inglaterra. Fue gran amiga de Sir Joshua Reynolds a quien retrató y por quien fue retratada.

  
Maria Bashkirtseff, 1880


Maria Bashkirtseff (1858-1884) es otra gran mujer. Nacida en Rusia en un familia rica se educó viajando por Europa con su madre. Hablaba cuatro idiomas y estudió ávidamente literatura. Mantuvo correspondencia con personajes importantes de su época como Guy de Maupassant. Estudió pintura en la Académie Julian de París, una de las pocas que aceptaba alumnas femeninas y a la que venían jóvenes de toda Europa y de Estados Unidos. Pese a que murió con sólo 25 años, su obra fue importante, aunque buena parte de ella se destruyó durante los bombardeos alemanes de la II Guerra Mundial.  Una personalidad arrolladora, a la que la muerte no respetó: «Me parece que nadie ama todo tanto como yo: artes, música, pintura, libros, mundo, vestidos, lujo, ruido, calma, risa, tristeza, melancolía, bromas, humor, frío, sol... adoro y admiro todo... Todo se presenta para mí bajo aspectos interesantes o sublimes : yo querría verlo todo, tenerlo todo, abrazarlo todo, confundirme con todo...»

Berthe Morisot, 1885
 Berthe Morisot (1841-1895) nació en una familia burguesa, estudió con Corot y expuso en el Salón de París hasta que empezó a hacerlo con los Impresionistas. Sólo ella y Camille Pisarro participaron en todas las exposiciones originales del grupo. Fue gran amiga y modelo de Edouard Manet al que acercó a la pintura al aire libre y al círculo impresionista en el que él nunca quiso entrar. La temática de su pintura refleja el mundo cotidiano de las mujeres burguesas de su época, el mundo al que ella podía acceder.




Elin Danielson-Gambogi
Elin Danielson-Gambogi (1861-1919) es una interesante pintora finlandesa. Se formó en Helsinki y París. A partir de 1898 fijó su residencia en Italia donde se casó con un hombre mucho más joven. Llevó una vida bohemia y alejada de los convencionalismos. Suponemos que este Despues del desayuno de 1890 resultaría algo escandaloso en la época y ahora parece políticamente incorrecto


Gabriele Münter

En Gabriele Münter (1877-1962) es una pintora expresionista alemana. Nace en una familia rica que apoya su educación artística. Aún así, esta tarea no es fácil porque son pocas las escuelas de prestigio que admiten a mujeres. En Munich entra en la escuela progresista Phalanx en la que trabaja Vasily Kandisnky. Con él tendrá una relación profesional y sentimental. Durante un viaje a París descubre el color del fauvismo. Su casa de verano será el lugar de encuentro de la vanguardia de Munich (Franz Marc, August Macke, Arnold Schönberg,...). En ella también escondió durante el periodo nazi y la II Guerra Mundial más de 80 obras de Kandinsky (que, como buen artista, la había abandonado malamente años atrás) y otros miembros de Der Blaue Reiter. En 1957 donó todas estas obras a la cuidad de Munich. 

Charley Toorop, autorretrato con paleta 1934
 Charley Toorop (1891-1955) es una pintora expresionista holandesa. Su pintura está influenciada por el cine y es potente y realista. Una mujer fuerte que sabe lo que quiere.


Lee Krasner

Lee Krasner (1908 - 1984) es una expresionista abstracta norteamericana. Nació en Brooklyn hija de inmigrantes rusos. Estudió con Hans Hofmann que le enseñó los principios del cubismo y le condujo hacia el Expresionismo Abstracto. Su encantador maestro comentaba de su trabajo. "Es bueno, no sabrías que está hecho por una mujer". Su obra es muy interesante aunque no muy extensa. En parte porque troceó su obra de juventud para realizar con ella estupendos collages. Tuvo que luchar para hacerse con una identidad en el mundo del arte porque no sólo era mujer, sino que además estaba casada con Jackson Pollock.


 Y acabamos donde empezamos, porque la planta elevada de la Sala de las Alhajas donde se encuentran expuestas estas obras es circular. Frida Kahlo (1907-1954) es la reina del autorretrato, su obra está repleta de ellos. Con ellos Frida muestra aspectos de su personalidad y de su inconsciente, pero creo que gracias a ellos también se construye y se salva de las trampas que le tendió la vida. Tal vez una metáfora de lo que muchas mujeres buscan y expresan en el arte.

La exposición Heroínas se encuentra abierta en el Museo Thyssen-Bornemisza y en la Fundación Caja Madrid hasta el 11 de junio de 2011.

Más sobre la exposición en Heroínas II

lunes, 28 de marzo de 2011

Jean-Léon Gérôme, una exposición












Baño turco (o moro) 1870

Ir a ver una exposición es siempre una buena experiencia; sales, ves gente, arte y, si tienes un poco de suerte, terminas con alguno de tus prejuicios. Artista orientalista y pompier del siglo XIX. Esos eran los prejuicios con los que fui a ver la exposición de Jean-Léon Gérôme en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid.

Duelo después de un baile de máscaras, 1857

Este es el primer cuadro que me llamó la atención. Me gustó la composición, el contraste del rojo del acompañante y de la sangre de Pierrot con el resto de tonos, el tema de la fiesta que termina muy mal, de los personajes de la Comedia del Arte que abandonan su registro cómico por uno totalmente  dramático. 

Como toda selección, la mía de esta exposición es muy subjetiva. Me salto toda la sección del momento neogriego, porque sí se correspondió con mis prejuicios.

Y llegamos a la sección oriental, allí además de bellas mujeres muy blancas que sirven para el placer de los hombres encontré otras muchas cosas.

Vendedor de alfombras en el Cairo, 1887

Escenas de las calles y mercados, realizadas con una técnica y precisión asombrosa y que parecen salir de una observación real y no de una idealización de las Mil y una noches. De hecho, Gérôme realizó varios viajes a Egipto y Oriente Próximo y se apoyaba en su experiencia, pero también en fotografías para que su escenografía fuera lo más real posible.
El bardo negro, 1888
Bashi-bazouk cantando, 1868




El bardo negro es de una sorprendente modernidad, parece una foto del National Geographic. Los Bashi-bazouk eran los mercenarios del ejército otomano y éste parece completamente descerebrado, no sabemos si por la ociosidad o el alcohol, y se diría que canta a voz en grito para penitencia de sus compañeros.

En la sección Gérôme pintor de historia hay muchos peplum con romanos, circo, mártires cristianos y gladiadores. Los omito por que no me van mucho, sí me interesaron por el contrario

Edipo, 1886

Eminencia gris o el Padre José, 1873

Edipo al natural tiene una luminosidad espectacular, verdaderamente cegadora y la referencia al mito con un Edipo encarnado en un miembro del ejército napoleónico es muy oportuna.
El segundo me intrigó, está claro que el monje ensimismado en sus lecturas es inmune a las lisonjas de los cortesanos. ¿Pero quien es este padre José? Se trata de François Leclerc du Tremblay, monje capuchino llamado el padre José (1577-1638), que fue consejero oculto del cardenal Richelieu y que tuvo una gran influencia en la corte de Luis XIII. Para él se inventó la expresión "éminence grise" que luego ha pasado a otros idiomas.


La verdad...,1895

Este cuadro alegórico tiene un título larguísimo: La verdad saliendo de un pozo armada con un látigo para castigar a la humanidad. La obra tiene mucha fuerza y la Verdad parece de armas tomar (y nunca mejor dicho).

La última parte de la exposición me pareció la más interesante. Se llama el artista en su taller y hay una serie de obras en las que hay múltiples referencias cruzadas entre modelo, obra, artista, pintura, escultura,...

Pigmalión y Galatea, 1892

Final de la sesión, 1886

El trabajo del mármol o el artista esculpiendo una tanagra, 1895



En estos dos últimos cuadros Gérôme se autorretrata en su entorno creativo y en traje de faena. Porque Gérôme fue también escultor, disciplina que siempre le gustó y a la que se dedicó desde 1878. Basándose en descubrimientos arqueológicos, realizó esculturas en mármol policromado al estilo de las de la Antigüedad, como la magnífica Jugadora de bolas de 1901 que cierra la exposición. 


En resumen, una interesante exposición de un artista lleno de talento y de técnica que no fue un gran innovador, pero no todos los artistas tienen por qué serlo. Tal vez al final de su vida se pasó un poco en su hostilidad hacia el Impresionismo al que consideraba "el deshonor del arte francés", pero nadie es perfecto.

La exposición Jean-Léon Gérôme está abierta en el Museo Museo Thyssen-Bornemisza hasta el 22 de mayo de 2011. También hay una VISITA VIRTUAL A LA EXPOSICIÓN