lunes, 20 de diciembre de 2010

El buen gusto (II)


¿Qué es el buen gusto? Y más concretamente, ¿el buen gusto en el arte? Seguimos dándole vueltas al tema y no encontramos la solución. Porque el buen gusto no es sólo la ausencia del malo ni la adopción de las reglas de lo conveniente o políticamente correcto, eso es sólo cobardía o tontería. Hay provocaciones de muy buen gusto.

Tampoco es sinónimo de belleza aunque se le parece mucho. Pero como decía Borges "la belleza es ese misterio hermoso que no descifran ni la psicología ni la retórica". Así que por aquí tampoco encontraremos una definición.

A veces un ejemplo vale más que mil palabras, así que volvamos a la lista elegida por Sabine Haag. En la entrada anterior del blog vimos las obras pictóricas, veamos ahora la escultura. Para sus museos Sabine eligió El David de Miguel Ángel y Apolo y Dafne de Bernini.

David, Miguel Ángel














Apolo y Dafne, Bernini




Sabine Haag eligió algo más para si misma: Santa Cecilia de Maderno. Se trata de una estatua yacente de Santa Cecilia que se encuentra en la iglesia del mismo nombre en el Trastevere y que es de una originalidad, de una delicideza y de una belleza extraordinarias.








Seguramente intentar definir el buen gusto no haya sido buena idea, pero sí una oportunidad de ver cosas bellas, algo que nunca hay que desaprovechar.

Si alguien ha llegado hasta aquí, el gusto es mío.

3 comentarios:

  1. Bueno, como dijo David Hume: «La belleza no es una cualidad de las cosas mismas: existe tan sólo en la mente del que las contempla y cada mente percibe una belleza distinta. Puede incluso suceder que alguien perciba fealdad donde otro experimenta una sensación de belleza; y cada uno debería conformarse con su sensación sin pretender regular la de los demás».

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  2. Estoy muy de acuerdo con el comentario de epaminondas, aunque ante ciertas obras de arte y expresión de buen gusto como las que hay en este post, cuesta creer que alguien no pueda encontrar belleza en ellas.
    Sin embargo, creo que el hecho de subjetivar la belleza parte más de otro aspecto, que para mí es tanto o más improtante que ésta en una obra de arte: ¿es capaz una obra de arte de conmover al espectador? Personalmente, el "David" de Miguel Ángel me parece de una belleza y una perfección estilística fuera de toda duda, pero no es la escultura que más llega a conmoverme (de Miguel Ángel prefiero "La Piedad"). La del "Galo moribundo", por ejemplo, sin tener esa perfección, me toca más la fibra sensible (es una de mis esculturas favoritas), o esas maravillas obras que son el "Espinario", "Eros y Psique", de Cánova o "El beso" de Rodin... Dios, hay tantos y tantos ejemplos de buen gusto, de belleza, de obras conmovedoras... Muchas gracias por compartir los tuyos. Por cierto, no conocía esa magnífica "Santa Cecilia".

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  3. Definir la belleza es algo imposible, porque creo que depende de una herencia y una educación cultural. ¿Puede haber algo objetivamente bello? No lo sé.

    Galastah, es muy interesante lo que dices, porque una obra de arte puede ser bella y no transmitir sentimientos ni emociones. Pero también para eso hay gustos y particularidades, a mí las obras que más me emocionan de Miguel Ángel son los esclavos, tienen una fuerza que parece ser capaz de romper la piedra que los aprisona. También me conmueve Piedad Rondanini, inacabada, imperfecta, tal vez en la que Miguel Ángel trabajaba cuando le llegó la muerte. Con la Pietá vaticana me pasa un poco como con la Gioconda la he visto tanto que se convierte en un icono, en algo que es solo forma y no tiene contenido.

    Afortunadamente, la historia y la realidad actual del arte nos dan muchas oprtunidades para gozar de la belleza y de la emoción.

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